El mundo de Santos Obregón no valía nada antes de conocer a Alejandra Sánchez. Estuvieron juntos mucho tiempo, hasta que empezó a relacionarse con la mafia. El consumo de drogas se hizo cargo de la vida de Santos y, aunque Alejandra no estaba de acuerdo con su estilo de vida, al matón no le importaba.

 

Al final, Alejandra se fue, dejándolo devastado. Santos se había vuelto loco. No podía creer que el amor de su vida lo había abandonado. Este delincuente pasaba día tras día drogado con sus amigos pero no dejaba de pensar en ella. Sus amigos estaban hartos de oír cómo se quejaba, y bromeaban diciéndole que debería matarla como venganza.

 

Un día, Santos recibió una llamada de Alejandra. Necesitaba su ayuda urgentemente. A su vez, a los pocos minutos Jacobo también le llamó pidiéndole un favor. Santos Obregón se encontraba en una encrucijada. ¿Ayudará a la que fue su novia o se pondrá del lado de Jacobo?